Nos encanta viajar y compartir experiencias con nuestras mascotas pero, si viajamos en coche, ¿cómo debemos llevarlo?
Esta es una pregunta que nos hacemos a menuda y según la ley de protección, derechos y bienestar de los animales recién aprobada establece que en los desplazamientos el dueño debe atender “las necesidades fisiológicas y etológicas de los animales” y asegurarse de que el medio de transporte disponga de espacio y garantice “la seguridad vial y la seguridad” de la mascota durante el trayecto, pero no detalla cómo aplicarlo.
Existen dos métodos para el transporte de mascotas en vehículos: el uso de un arnés o un transportín, la elección depende del tamaño del animal y del espacio disponible en el automóvil. Los expertos en equipamiento automotriz sugieren que, para perros pequeños o medianos, se puede optar por un arnés que se conecta al cinturón de seguridad del vehículo. La opción preferida es un sistema de doble enganche para evitar posibles roturas. Además, la correa de sujeción debe ser corta para evitar movimientos bruscos que puedan afectar a los pasajeros.
En el caso de utilizar un transportín, se recomienda colocarlo en el suelo del vehículo, encajado entre los asientos o asegurado con el cinturón de seguridad, aunque esta última alternativa no es la más aconsejada por la DGT.